Una revolución
atlética y deportiva, que
a largo plazo
mostrará un gran crecimiento
Una
nueva edición de los Juegos Olímpicos llegó a su fin. Como se esperaba el
medallero se iba a disputar entre dos grandes potencias: Estados Unidos y
China. Ahora, la actuación de Argentina, que con excelente trabajo de Sebastián
Crismanich, al obtener la medalla de oro en Taekwondo y por primera vez en la
historia, le brindó a su país una de estas preseas. Además, del tenista Juan
Martín Del Potro, que junto a la dupla de Juan De la Fuente y Lucas Calabrese,
en yachting regalaron medallas de bronce, mientras que el seleccionado
argentino de hockey femenino, por cuarta vez consecutiva dieron una medalla,
nuevamente de plata, como en Sydney 2000.
Londres,
dejó un resultado en el medallero inferior a lo alcanzado en Beijing 2008, seis
preseas (4 de bronce y 2 de oro) fue la cantidad en tierras asiáticas. Pese a
esta minoría, Argentina mostró un crecimiento a nivel internacional, en varias
disciplinas.
El
apoyo que le brinda el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard),
desde el 2009 al deporte para tener mejor desempeño en competiciones de este
nivel, son condiciones que se tiene que valorar en un tiempo determinado. Sin
embargo, estos cambios se alcanzan a largo plazo, y no en tan poco tiempo. Por
ejemplo, en los Juegos londinenses la delegación argentina tuvo atletas en
deportes que no formaron parte en Pekin. El handball y el voley son muestras de
que de a poco se está logrando un progreso alentador. Y como viene sucediendo
con el yachting y el hockey sobre césped femenino son los deportes que se tiene
que mantener como hasta el momento, debido a que en las últimas ediciones de
los Juegos Olímpicos brindaron medallas al país, cinco y cuatro
respectivamente.
Como
se dijo anteriormente, la inversión que brinda el Enard llegará con tiempo. La
próxima edición que se llevará a cabo en Río de Janeiro en 2016, es una prueba
para ver si, de una vez por todas, Argentina alcanza un nivel superior, como lo
está logrando Brasil, máxima potencia sudamericana. Habrá que prepararse y
poder potenciar a los atletas. El taekwondista correntino Sebastián Crismanich,
tendrá que mantener su nivel para ratificar la presea dorada obtenida en
Londres. Brian Toledo, el jóven que se desempeña en lanzamiento de jabalina,
sumó una buena experiencia en un Juego Olímpico y llegará a Brasil con buenas
espectativas. Tal vez, otra de las grandes esperanzas son los chicos del voley,
que de a poco se están consolidando y con tiempo brindarán alegrías al país.
Solo
resta esperar dicho tiempo y poner a Argentina en un lugar privilegiado. Río,
es la apuesta más cercana para estos atletas, que de a poco muestran un
crecimiento favorable.
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