Dos historias distintas basadas en un mismo partido
River
volvió a caer en el Monumental ante Belgrano de Córdoba. Fue 2 a 1 por la
primera fecha del Torneo Inicial. Los goles los marcaron: Melano y Carranza
para el Pirata y descontó Lanzini para el Millo. Sobre el final, hubo de todo:
expulsión, penal errado de Funes Mori y calentura de ambas partes.
Un partido donde todas las expectativas estaban puestas
en ver el regreso de River a la máxima categoría del fútbol argentino. El
Monumental repleto, los hinchas expectantes y emocionantes con su tan esperado
regreso. Sin dos jugadores “estrellas”, como lo son Fernando Cavenaghi y
Alejandro Domínguez, El Millonario salió a disputar la primera fecha del Torneo
Inicial, en su casa, ante Belgrano de Córdoba. Si, aquel equipo que lastimosamente condenó al conjunto de la ribera a
jugar en la segunda categoría del fútbol argentino. Y como si fuera poco,
fue victoria visitante y un penal errado en el tramo final del partido. Como
aquella Promoción jugada entre ambos equipos.
Una primera parte que mostró a un River superior, tomando
el control del balón, aunque sin ideas claras para crear las ocasiones de gol,
contra un Belgrano que esperó y salió de contra. Y esa fue la formula. En unos
45 minutos iníciales, donde se careció de situaciones claras y se mantuvo más
tiempo la pelota en el aire, por medio de pelotazos, que a los pies y tratarla
como se debe. Cuando todo parecía indicar que iban al descanso con un cero
grande, luego de un dísparo de Funes Mori que reventó el palo, apareció la
primera sorpresa por medio del equipo cordobés. Belgrano contestó esa jugada del mellizo, y a los 43 minutos,
Carranza desbordó por la banda derecha, tiró un centro, que el arquero Vega no
pudo contener y Lucas Melano de emboscada puso el 1 a 0 para el Pirata.
En la segunda mitad, Belgrano volvió a sorprender, aunque
esta vez de entrada, y al minuto, se
encontró con una mala salida de Cirigliano, y Carranza la aprovechó y no
perdonó. Gran definición por encima de Vega, que nada pudo hacer. Emanuel
Lanzini, de aceptable partido, tuvo la
más clara de River en el complemento con un tiro libre que se estrelló en el
travesaño. La impaciencia de la parcialidad local y la desesperación del
equipo, obligó a Almeyda a realizar dos cambios. Afuera Vella y Cirigliano,
adentro Aguirre y Rojas. Pero nada cambió, River continuó con no finalizar bien
los desbordes por las bandas, y además, acudió a los pelotazos a Funes Mori y
Trezeguet.
Y el
momento más vibrante y emotivo del partido se dio sobre el segmento final. A
los 30 minutos, el pibe Lanzini, volvió a tomarse revancha de aquel tiro libre
y por la misma vía, se encontró con un desvío en la barrera y la pelota se
metió en el ángulo izquierdo de Olave, que nada pudo hacer. El público tomó
vida nuevamente, y del murmullo e impaciencia pasó al griterío y aliento al
equipo para lograr el milagro. El empate.
El
momento llegó. Un penal dudoso – Olave al querer despejar la pelota se encontró
con Funes Mori-, que el árbitro compró. Se demoró la ejecución por un mareo
del arquero cordobés. Luego, el encargado de ejecutar el penal fue Rogelio Funes
Mori, pero su tiro se fue por encima del travesaño. Pese al festejo de los
jugadores de Belgrano, el árbitro expulsó al arquero por un festejo desmedido
hacía el juez de línea. Para colmo, ya habían hecho los tres cambios. Desde
ahí, fueron seis minutos adicionados, pero el partido ya estaba sentenciado. River volvió a caer en su casa, ante
Belgrano y comenzó de la peor manera su regresó a Primera División.
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